Es un libro demoledor, la forma en que la rompieron determinó la relación que tuvo con su cuerpo y con las personas a su alrededor , hasta llegar al punto en dónde cambiar ese rumbo se vuelve casi imposible. Me hizo reflexionar sobre muchas cosas, por ejemplo, lo insensibles que podemos ser las personas al juzgar los cuerpos de otros y la relación que yo misma tengo con mi cuerpo. Por otra parte, me parece que es un testimonio muy valiente y honesto de la autora, pues no solo habla de las acciones de otros que le dañaron, relata también cosas que ella misma se ha hecho para dañarse.
Un libro honesto, bello y tristise de la vulnerabilidad, las heridas y el cuerpo; de encontrar algo de paz a pesar de nuestras terribles vivencias y cicatrices.
"Estaba rota y luego me rompí más, y todavía no me he curado, pero he empezado a creer que lo haré". 😭
Confesiones tan personales como universales. Una gran lectura para todas las personas rotas que pudieron a(r)marse de nuevo a si mismas.
Hambre es un libro profundo, apto para replantearnos nuestro tipo de relación con la comida, el origen de nuestras hambres, pero sobre todo, la relación con nuestro cuerpo y con nosotras mismas. No es un libro de autoayuda, ni de una historia exitosa, al contrario, parte de que la autora nos abre la ventana a sus heridas y de una manera feroz narra una parte crucial de su vida y del desarrollo de su corporalidad. También plantea las limitaciones de vivir con un cuerpo estigmatizado en una sociedad cruel y en espacios tan poco empáticos e inaccesibles. Lo recomiendo mucho.
Un libro duro y crudo, con algunos problemas de edición en mi opinión. Habla de una temática muy importante y la existencia de este libro en si me parece una maravilla. Me pareció inspirador, iluminador en muchos aspectos y bastante fuerte en un buen sentido.
Libro bastante fuerte que te hace consciente de una realidad que está, al lado tuyo pero que no la ves; pues, muchas veces, solo ves el exterior y te quedas ahí.
ESTREMECEDOR.
DE MIS FAVORITOS.
Siempre he admirado a mujeres como Roxane Gay, jamás me habría imaginado que su vida estuviera marcada de la manera en la que un grupo de impunes lo hicieron; personalmente soy firme creyente que los años de silencio se acumulan en nuestro cuerpo como bien apuntaba Roxane, es un intento de hacer de nuestro cuerpo una fortaleza, una mundo con fronteras que nadie podrá pasar jamás.
Recomiendo la lectura de Hambre también como un ejercicio de empatía.
Ayuda a ampliar la perspectiva sobre nuestro propio cuerpo y el de los demás en relación a dejar de juzgar los cuerpos ajenos pero sí reconocerlos para ayudarlos a habitar un mundo que también les pertenece y que con frecuencia se les construyen barreras.