La sal de la vida (The spice of life) fue publicado por vez primera en 1964 y es una muy lograda miscelánea reunida por su secretaria e insigne chestertoniana, Dorothy Collins. Los artículos proceden de muy diversas publicaciones a lo largo de más de veinte años y el que da título al volumen fue escrito por Chesterton solo tres meses antes de su muerte. Para Dale Ahlquist, reconocido biógrafo de nuestro autor, este es quizás el más orgánico y mejor organizado de los libros póstumos de Chesterton. En él se reúnen, junto con los habituales ensayos polémicos sobre temas de actualidad como la educación o la escritura de novelas de detectives, otros de carácter más literario que nos hablan, como solo G. K. (y Borges) saben hablarnos, de Shakespeare, Esopo, Alicia en el país de las maravillas, Samuel Pepys o Charlotte Brönte, por citar solo unos pocos nombres.
En el catálogo de Ediciones Espuela de Plata y Renacimiento pueden encontrarse una buena parte, además de una muy buena representación, de la obra de Chesterton.