Sólo por un instante, lo que dura una canción, una canción pop aparentemente tonta y pueril, podemos decrear todo lo que hay de criatural en nosotros e imaginar un nuevo modo de existir, algo utópico. Ésa es la enorme esperanza que destila la música de Bowie. Y ése es el paso al frente que da Bowie, su ejercicio de libertad frente a la majestad del absurdo y la consiguiente presencia de seres humanos. Tal es el poder de su poesía