Comprender la pasión amorosa desde el lugar de la experiencia íntima no como plenitud y felicidad, sino como carencia, desamor y vacío, o como “poemas de amor no atendido” que dejan dolorosamente el espacio íntimo del yo y se abren a las experiencias comunes. Y allí está una de las virtudes mayores de los veintiún poemas de Tablillas de San Lázaro: no extraviarse en las trampas del discurso confesional o en la turbulencia de las propias emociones (esa es la emboscada, casualmente, de mucha de la poesía amorosa). Su aspiración es sin duda mayor: verbalizar, apropiarse y exorcizar ese trayecto pasional que deja de pertenecerle a la autora o al yo poético que la encubre, y que termina por confundirse y vivir en la experiencia y existencia del lector.
Rossella Di Paolo (Lima, Perú, 1960) estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Posteriormente, se dedicó a la enseñanza universitaria de lengua y literatura, así como a dictar talleres de creación literaria. Ha participado en actividades multidisciplinarias de poesía, pintura y fotografía; y publicado cinco libros de poemas: Prueba de galera (1985), Continuidad de los cuadros (1988), Piel alzada (1993), Tablillas de San Lázaro (2001) y La silla en el mar (2016). Su trabajo ha sido recogido en diversas antologías de poesía peruana e hispanoamericana.