Creo que no solo todos, en todas partes, tenemos conciencia sincrética del tiempo, sino que también en todas partes coexisten las infinitas variantes de lo que ha sucedido y va a suceder y sucede, y que quizás en algunos puntos y en algunos instantes se entrecruzan y crees recordar algo que no has vivido nunca o que podrías haber vivido o que podrías vivir y no vas a vivir, o como en mi caso con el cuenco, que llegas a vivir si se da la casi imposible coyuntura, no me animo a llamarlo casualidad, de dos entrecruzamientos en los que estás presente. Es un recuerdo, porque en alguna o en algunas variantes del tiempo ya lo viviste o lo estás por vivir, que es lo mismo. Y no es un recuerdo, porque a lo mejor en tu línea de variantes eso no ha sucedido ni va a suceder nunca.