Francia es otro mundo. El esnobismo francés posee un tono mucho menos vulgar que el nuestro. Ellos hacen estas cosas mucho mejor. En Francia sigue siendo de mala educación pavonearse, por sutilmente que sea, y al tipo que va despilfarrando el dinero por ahí no se le admira, se le desprecia. En Francia es preciso tener una educación mucho más exquisita, lo que es duro y doloroso. El dinero no puede suplir la educación como ocurre en nuestro caso. En consecuencia, los intelectuales están mucho mejor valorados, también, y el intelec