Ya se advirtió que el aprendizaje no es una variable directamente observable. Se infiere de la conducta o ejecución, que sí se puede observar y, tal vez, medir. El constatar que frente a una determinada situación-estímulo la persona responde o se comporta, ahora, de una manera diferente y relativamente estable, puede informar acerca de un posible aprendizaje por parte de esa persona.