Varios de estos estudios concluyen que exponer a los más jóvenes, de manera bien pensada, a la naturaleza puede incluso ser una forma poderosa de terapia para casos de déficit de atención y otros trastornos. Como lo expresa un científico, podemos asumir ya que, al igual que los niños y niñas necesitan una buena nutrición y dormir adecuadamente, es muy posible que también necesiten el contacto con la naturaleza