Esta es la historia de un niño con el potencial de ser el pícher con la bola más rápida de todos los tiempos. Y para contarte de ese extraordinario talento es necesario hablar de la mano con la que lanza: su mano derecha… mi hermano. Así es, yo soy la mano izquierda de un niño diestro. No, no es
broma, tu narrador es una mano, así como las tuyas que ahora sostienen este libro.
Mi hermano había nacido con algo especial, había nacido con talento. Pero necesitará más que talento para librar esta aventura.