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Walter Benjamin

Radio Benjamin

  • b5664010133has quoted3 years ago
    Mas, para él, el mayor horror eran las llamadas reuniones de té, sociedades estéticas entonces de moda en Berlín, tertulias de personas amantes de lo bello, pero ignorantes y triviales, que presumían de su interés por el arte y la literatura.
  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    Un titiritero es un déspota comparado con el cual el Zar no es más que un gendarme. Imaginaos todo lo que hace: él solo escribe las piezas, pinta los decorados, talla los muñecos como él quiere que sean, e interpreta con su propia voz cinco, seis y a veces más papeles. Y nunca encuentra trabas, inhibiciones, obstáculos.
  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    Por ejemplo, esta de una frutera en su lecho de muerte que lleva muy mal la idea de morirse. Tiene al lado a su marido, que no sabe qué decir y trata de consolarla: «No estés triste porque tengas que morirte; todo irá bien, todo acabará bien. Todos tendremos que morirnos un día de nuestra vida». «Imbécil», musita la pobre mujer, «eso es lo malo. Si nos muriéramos diez o doce veces, no me preocuparía esta primera».
  • Adal Cortezhas quoted4 years ago
    Tres chicos entran en una droguería. Uno pide «cuatro peniques de regaliz». El vendedor mueve una larga escalera, sube hasta el último peldaño, llena la bolsa y baja. Cuando el chiquillo ha pagado, dice el segundo: «Yo también quiero cuatro peniques de regaliz». El vendedor pone mala cara y, antes de volver a subir a la escalera, pregunta al tercero: «¿Tú también quieres cuatro peniques de regaliz?». «Yo no», dice. El vendedor vuelve a subir a la escalera y baja con la bolsa llena. Entonces se vuelve al tercero y le pregunta: «¿Y tú qué quieres, chaval?». Y este contesta: «Yo quiero cinco peniques de regaliz».
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