Poco antes del comienzo de La guerra civil, un joven de Tánger es destinado a una compañía disciplinaria encargada de los fusilamientos en Cabo Juby, en el protectorado español en el norte de África.
La novela narra las condiciones de vida y personales del protagonista hasta finales del año 1939. A la dureza del desierto africano y al horror de la tarea que tiene encomendada, se suma una batalla personal por liberarse de la impronta del padre, que lo devolverá a revivir su pasado porque, como dice el autor: «una generación espera que la generación que la sucede resuelva aquello que quedó pendiente de una generación anterior».
La idea política se explora en estas páginas «no como una actitud oficial frente a los poderes sociales o del Estado, sino como una extensión más de la propia personalidad y, por tanto, de la condición humana».
En el nombre de Padre es una conmovedora historia sobre aquellos que lucharon en el bando equivocado, y para quienes el resultado de la guerra fue siempre una derrota.