Morir

Hace falta valor para contemplar la propia muerte y, como he dicho antes, se trata de una tarea indeciblemente solitaria

siempre se muere demasiado pronto o demasiado tarde.

escribió este libro en tan sólo dos semanas

razón de que siempre fuera una apasionada del cine es que las películas nos muestran las cosas, no las cuentan

Entonces me imaginaba que el deseo era inquebrantable, pero ahora me daba cuenta de que empezaba y acababa igual que todo lo demás.

uería una mano fresca sobre mi frente, un huevo pasado por agua con trocitos de pan tostado, cualquier señal de que no me habían abandonado.

y también por el amor, en mí tan cercano al miedo que apenas pueden diferenciarse el uno del otro.

Eliot, es todo lo mismo. Soy una niña y soy una mujer moribunda. Mi cuerpo es mi viaje, el registro más fiel de lo que he hecho y de lo que he visto, el sitio donde se reúnen todas mis alegrías y todos mis desengaños, todos mis malentendidos y comprensiones.

A fin de cuentas, ¿qué somos aparte de un cuerpo que se lleva a una mente de paseo, simplemente para ver qué hay por ahí?

menudo se dice que la vida es breve. Pero la vida también es simultánea, todas nuestras experiencias coexisten en el tiempo, en la carne.