En la Encomienda del Masdeu, en el Rosselló, tiene lugar un macabro descubrimiento: tres cadáveres surgen de una tumba anónima de forma casual. Jacques el Bretón, retirado en la Encomienda desde hace varios años, se apresura a pedir a Guillem de Montclar que acuda en su auxilio. Nadie parece conocer la identidad de los cuerpos, pero el hallazgo remueve viejas conciencias en la ciudad de Perpinyà. La sombra de Bernard Guils, maestro de Guillem de Montclar, se impone y proyecta su invisible presencia marcando cada paso de la investigación.