¡la oscura tierra, las montañas y los valles, se licúan y mezclan!
¡fluyentes océanos tórnanse vapores de nebulosas!
AUM sopla sobre vapores, abriendo prodigiosamente sus velos.
Los océanos aparecen revelados en luminosos electrones.
Hasta que al fin el sonido del tambor cósmico
desvanece las materiales luces en rayos eternos
de la omnipenetrante felicidad.
De alegría vine, por la alegría vivo, y en sagrada alegría me [confundo.
Océano de la mente, bebo todas las olas de la creación.
Los cuatro velos de sólidos, líquidos, vapores y luz,