Judy Abbot, que ha vivido toda su vida en un orfanato, tiene un misterioso benefactor que está dispuesto a pagarle los estudios. A cambio, ella solo tiene que enviarle una carta al mes, no hacer preguntas, y nunca esperar respuestas. Pero sus cartas están muy lejos de ser las de una modosa huerfanita. Judy mezcla las anécdotas universitarias con sus ideas, dibujos y teorías sobre quién será su benefactor, al que llama Papá Piernaslargas. Una novela epistolar llena de ternura, sentido del humor y un romanticismo muy poco convencional, que nos lleva hasta un final sorprendente y, por supuesto, feliz.