Han inaugurado un enorme supermercado enfrente de la casa de Raquel. Aunque no para de entrar y salir una marea de gente, nadie se fija en un hombre que pide en la puerta… excepto ella. Un día comienzan a hablar y Raquel descubre que la realidad en la que vive no es la única que existe. ¿Hasta qué punto se ve la sociedad como es y no como debería ser? ¿Hay gente invisible? Una novela que desvela el egoísmo del llamado mundo civilizado.