Tras la cruenta derrota de los rusos a manos de los polacos, Iván el Terrible buscó la amistad del papa Gregorio III, quien ordenó al padre Antonio Possevino viajar a Rusia, negociar la paz entre ésta y Polonia y acercar la Iglesia rusa a la romana. De esta trascendente encomienda son los documentos que Jean Meyer ofrece.