La familia hace que nos sintamos únicos, al mismo tiempo que nos muestra que no somos el centro del mundo; la familia nos ayuda a encontrar nuestro propio valor, sin sobrevalorarnos; a adaptarnos, a hacer las paces, a superar los conflictos y asimetrías y a advertir que hay otros puntos de vista.
La conocida neurosiquiatra radiografía a los padres actuales, su salud, fortalezas y debilidades. Trata cómo hacer bien el amor, “gestionar” a un nuevo hijo —o a un nuevo nieto—, educar sin domesticar, o afrontar el cansancio por el exceso de tareas. Porque las relaciones se dañan, y necesitan ser reparadas: siempre lo hacemos con aquello que deseamos conservar.