Yo creo que el amor funciona así: cada vez que alguien ama a otro alguien (humano, montaña, perro, árbol, pájaro, culebra, gato, glaciar), el amor toma a ese alguien amado, que está afuera, y lo refleja hacia adentro del que siente el amor, creándole un paisaje interno que a medida que se enriquece con nuevos amores se va volviendo más y más amplio.