Los maridos de mi madre

ocho años de no vernos, me escribe que hace tres se casó con una mujer llamada Wendy y ambos me invitan al bautizo de su primer hijo

Mi profesor era un novelista viejo que había publicado dos libros que nadie había leído, pero el hombre nos hablaba con una sabiduría envidiable. En una de sus clases nos enseñó que la diferencia entre un relato y un cuento consiste en que el primero cuenta una realidad verdadera y el segundo parte de ella para convertirla en mentira.

Los papás de Carolina, una estudiante de tercero, pusieron una demanda contra el profe Israel, y una mañana, en la que los estudiantes entrábamos a clases, le exigieron al director que lo echara antes de que pasara otra tragedia

celebrado aquella semana, pero el futuro marido de mamá había embarazado a una alumna de la secundaria. Los

El profe me pidió disculpas por si había comenzado mal conmigo

dando cuenta de que el profe, a comparación de Dagoberto, no era de promesas sino de resultados visibles

embelesar a las mujeres con pequeños detalles como chocolates, tarjetas de regalo o simplemente escuchándolas

Clara solo sonrió. Y esa sonrisa me recuerda que las amistades son una compañía momentánea en esta vida y lo mejor que una debe hacer es disfrutarlas

n la noche mi mamá llegó malhumorada del trabajo, me vio sonriendo y me preguntó que por qué estaba tan feliz. Le respondí que ser feliz no era delito y que debería tratar de serlo de vez en cuando

la creación de un nuevo mundo porque en el que vivimos está incompleto, y el trabajo del poeta es ser un dios pero pequeño, un dios cuya tarea es perfeccionarlo