La autora, una de las principales pensadoras del siglo XX, reacciona ante la enorme presión sobre las “madres subrogadas” y la demanda de legalización de prácticas que niegan el aspecto ético y la dignidad de la mujer. En su análisis considera los “vientres de alquiler” como la forma más actual de explotación del cuerpo de las mujeres, reflexiona en torno a la relación de la mujer con su propio cuerpo —a la luz de un neoliberalismo cultural que predica su total disponibilidad— y exalta la unicidad de la relación madre-criatura que se va formando.
Un texto para entender el debate que preocupa a la política, al derecho, a la ética y a la familia.