Como es sabido, la maratón existe desde que el general Milcíades, satisfecho de haber vencido al enemigo en un campo de hinojo, envía a su mensajero Filípides a anunciarlo cuanto antes a Atenas. Éste corre durante cuarenta kilómetros bajo un sol de justicia y muere al llegar. Como es sabido también, dos mil años después se amplió oficialmente esa distancia a cuarenta y dos kilómetros con ciento noventa y cinco metros, es decir el espacio que media entre el Great Park de Windsor y el White City Stadium de Londres.