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Violaine Bérot

Como bestias

  • Bety Ibarrahas quoted9 months ago
    ¿Cómo se habrá desarrollado tras seis años de vida relacionándose solo con el Oso y Mariette? Ya se lo digo yo: por mimetismo, pareciéndose cada vez más a ese pobre muchacho y a esa mujer descarriada. Igual de salvaje y asocial. Igual que ellos en su negativa a mezclarse con otros seres humanos.
  • b6394045722has quoted9 hours ago
    Nosotras
    las hadas
    vemos
    en el mundo de ahí abajo
    encerrar
    entre cuatro muros
    a los que se salen del rebaño
    los extraviados.
  • b6394045722has quoted10 hours ago
    Junto a nosotras
    las hadas
    desaparece
    el miedo de los gigantes.
  • b6394045722has quoted10 hours ago
    Nosotras
    las hadas
    vemos
    el miedo de los gigantes.
  • b6394045722has quoted10 hours ago
    Desde siempre
    nosotras
    las hadas.

    Desde siempre
    atentas a lo que ocurre
    en el mundo de ahí abajo.

    Nosotras
    las hadas
    escondidas en la gruta
    en la vertical de la pared
    discretas
    curiosas.

    Nosotras
    las hadas
    que del mundo de ahí abajo
    tantas cosas podríamos contar.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted5 months ago
    A todas las chicas que algún día conocerán ese horror les deseo que encuentren a las hadas, ellas las ayudarán a levantarse. Eso es lo que quería decirles. Que la que abandonó a su hijo podría haber sido yo, Viviane Desroches, la farmacéutica de Saint-Marcel. Podría haber sido yo u otra cualquiera. Una chica de aquí, cualquiera de ellas. Es lo que les quería decir.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted5 months ago
    Pero no contaba con el niño. No contaba con que dejaría huella. Así que las hadas, permitirme creer en las hadas, fue en cierto modo un alivio. De vez en cuando, en lugar de tener pesadillas, veía a las hadas. Se me aparecían. Las hadas de la gruta, las que cuidan de los bebés. Una se aferra a lo que puede. El mundo real se había vuelto demasiado peligroso, el horror podía surgir de cualquier parte, incluso de aquellos cuya conducta parecía irreprochable. Por suerte, estaban las hadas.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted5 months ago
    a luz en el hospital. Me acogí al parto secreto. Pero habría preferido dejárselo a las hadas. Es cuestión de valentía, me parece a mí. Yo no fui lo bastante valiente, no me atreví a quedarme unos días al bebé antes de llevárselo a las hadas. No fui capaz. Pero lo habría preferido. Me habría gustado que las hadas se ocuparan del bebé antes que dejarlo en brazos de vaya usted a saber quién. Él no tenía la culpa de nada. Las hadas habrían sido lo mejor para él. Eso es lo que quería decirle. No sé si me explico, pero estoy convencida de que esa niña fue un bebé que alguien
  • Dianela Villicaña Denahas quoted5 months ago
    Nadie podría imaginarse lo que le ocurrió a Viviane Desroches, la farmacéutica de Saint-Marcel. Nadie sospecharía que esa señora en la que me he convertido, esa señora siempre tan erguida con su bata blanca detrás del mostrador, que escucha las quejas de todos los habitantes del valle y tranquiliza a todo el mundo, que esa señora dio a luz por parto secreto hace treinta y dos años y tres meses. Nadie podría imaginarse que la farmacéutica de Saint-Marcel abandonó a su bebé, y que desde entonces no ha parado de lamentar no haberlo dejado a los pies de la gruta de las hadas. Ustedes me miran y ven a una mujer madura, sensata, con la cabeza bien amueblada. He venido a verlos porque quiero estar segura de que entenderán lo que les diga. Tengo una edad lo bastante respetable como para que no se tomen lo que les voy a decir como una ofensa. Veo pasar por la farmacia a todas esas chicas e intuyo lo que les ha pasado, o lo que les puede llegar a pasar. Sí, aquí también. Como en todas partes. Ustedes son hombres, me imagino que debe de ser más difícil para ustedes entender lo que significa ser una chica joven, el peligro que eso supone. No estoy diciendo que todos los hombres sean unos cerdos y que todas las chicas sean sus presas, no digo eso. Lo que digo es que algunos hombres, y no necesariamente los que parecen más inestables ni los más marginales, algunos hombres se pasan de la raya.
  • Dianela Villicaña Denahas quoted5 months ago
    Es verdad. Cuando la señorita Lafont quiso mandarlo a un centro, me las ingenié para que mi hijo y yo desapareciéramos discretamente del mapa. Es probable que entonces fuera más fácil que ahora. Lo aparté voluntariamente del sistema porque la vida que yo había imaginado para nosotros era la única que a él le convenía. Nosotros dos solos, la montaña, los animales, las hadas, la fórmula perfecta, mi hijo irradiaba felicidad por los cuatro costados. ¿Por qué tendría que haberlo mandado a un centro psiquiátrico? ¿Por qué tendría que haber hecho caso a su maestra cuando sabía muy bien que estaba equivocada?
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