Los conflictos de Agustín de Hipona con el sexo y con una madre dominante, seguidos de una crisis espiritual que le llevó a convertirse al cristianismo –contadas con detalle en sus Confesiones–, le condujeron por último a hacer su contribución más importante a la filosofía: la fusión de las doctrinas del cristianismo y del neoplatonismo. Así, no solo proporcionó al cristianismo un fuerte soporte intelectual, sino que lo enlazó con la tradición griega de la filosofía. De este modo, el cristianismo pudo mantener encendida la llama de la filosofía, si bien débilmente, a través de la oscura Edad Media. Agustín produjo también importantes ideas filosóficas propias, incluidas teorías del tiempo y del conocimiento subjetivo que anticipaban en muchos siglos la obra de Kant y de Descartes. En San Agustín en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera clara y concisa la vida e ideas de Agustín de Hipona. El libro incluye una selección de sus escritos, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pensamiento, y cronologías que sitúan a san Agustín en su época y en una sinopsis más amplia de la filosofía.