La velocidad que busca esta escritura es la velocidad de la pobreza, la dromopenia. Porque esta velocidad es siempre múltiple, siempre cambiante. Muchas otras velocidades –globalizantes, postmodernas, postnacionales, multitudinarias, político-literarias— la territorializan y desterritorializan. Este ensayo recorre las velocidades de la pobreza, enfrentado y cruzando las otras, y al hacerlo se relaciona con el poder mismo.
Este ensayo es uno de los más lúcidos estudios de principios del 2000 que se ha hecho a nuestra realidad.