Este libro conjuga un recorrido ejemplar por la producción artística latinoamericana. Nos vemos aquí envueltos en la contingencia vital de un pensamiento que se siente atraído por las interrupciones y no por las continuidades, por los estallidos y no por las restauraciones, por las mezcolanzas de cuerpos y género(s) desensamblados y no por las identidades plenas, por las roturas de parentescos y no por los linajes directos, por los saberes entrecortados y no por la síntesis unitaria de un conocimiento íntegro.
«Robar la historia. Contrarrelatos y prácticas artísticas de oposición» tiene como horizonte las mutaciones sociales y culturales que llevaron las tecnologías de la creación a experimentar con nuevos modos de hacer y de pensar el arte que mezclan la potencia expresiva de las formas y los conceptos con las demandas ciudadanas y los reclamos comunitarios, los movimientos civiles, las luchas de deseos que se contagian a multitudes en acción.
Al transgredir los ritos de institucionalización del saber académico, este libro sobre arte (un libro de traspasos disciplinarios que también habla de colonialidad,
de sexualidad y patriarcado, de capitalismo, de violencia y memorias postdictatoriales, de globalización transnacional, de movimientos sociales y de esfera pública) contribuye no sólo a minar los discursos opresores sino a reconfigurar subjetividades críticas que logran zafarse del acoso neoliberal recurriendo a los artificios y desbordes de la imaginación radical.