Los setenta y tres cuentos y quince fragmentos reunidos en este volumen constituyen la obra narrativa completa de Katharine Mansfield (1888–1923). Su talento para revelar las melancólicas corrientes que fluyen bajo los pequeños incidentes de la vida cotidiana, y su tratamiento desapegado y aun así preciso y minucioso, le han valido la consideración de maestra indiscutible del cuento moderno. Cuadros de familia, escenas matrimoniales, episodios de soledad en parajes idílicos o en abigarrados lugares de tránsito, en Nueva Zelanda o en Europa, anécdotas de la convivencia pasadas por el filtro cáustico de la «conciencia psicológica", componen su mundo narrativo, donde los momentos críticos de una vida siempre corren el peligro de pasar desapercibidos entre las triviales distracciones e irritaciones del quehacer doméstico. En su momento comparada con Chéjov, a veces pesimista y atroz, con un humor irreverente, hay en sus cuentos, sin embargo, momentos de iluminación y reconocimiento que explican «esta manía de seguir viva» que tal vez le pesa más que la anima. Sus personajes son víctimas, como señala Ana María Moix en el prólogo de esta edición, de la «enfermedad incurable» de «ser sólo el sueño de lo que pudieron ser».