Durante el primer cuarto del siglo XIII, Gengis Kan creó el mayor imperio que ha existido sobre la tierra. Lideró a un pueblo conquistador que tan sólo unas décadas antes estaba formado por pequeños clanes nómadas que desconocían la escritura y se desplazaban por un reducido espacio de las estepas asiáticas. Unificados bajo el liderazgo de Gengis Kan los mongoles sometieron a grandes imperios, como el chino y el persa, y a infinidad de pueblos con efectivos militares muy superiores, riquezas ingentes y culturas milenarias. Fueron conquistadores «sin metáfora», es decir, sin utilizar máscaras de carácter político, religioso o de otro tipo con las que justificar su dominio.