Un guión de cine de pura fantasía
Existió una vez un lugar en las oscuras tierras de Snogbyre donde a la caída del sol nadie tenía aliento para estar fuera de sus casas. Las historias que de esas tierras se contaban bien conocidas eran hasta más allá de sus fronteras, pues rodeado de bosques tenebrosos y bañado por ríos de los que se conocían infinidad de leyendas, el pueblo de Hiro era sin duda un lugar al que ningún extranjero se dignaba a visitar. Sólo Nui Flitón, un longevo pueblerino del que no se conocía edad, quedó para contar a sus vecinos sus recuerdos con verdadero temor, pues el mal se volvía a oler en el aire. Allí estaba el viejo para prevenirles de un miedo latente, un mal que se materializaba a pasos agigantados.
«Aquellas oscuras tierras de Snogbyre» es una obra entre «El señor de los anillos», «El laberinto del fauno» y «Alice in wonderland» de Tim Burton. Un universo maravilloso al que dan ritmo diferentes relatos que nos adentran en la maldición de un pueblo casi sin esperanza, pero con personajes tan peculiares y con tanta fuerza, que son capaces de sostener la historia y continuarla con una realista y al mismo tiempo esperanzadora visión del futuro.