La iniciación masculina es una travesía, un proceso, una búsqueda más bien, una historia que se desarrolla en el tiempo. Vivir una bendición o un ritual, escuchar palabras dirigidas a nosotros en una ceremonia de cierta clase, pueden ser acontecimientos muy hermosos y poderosos. Tales momentos pueden ser puntos de inflexión en nuestra vida. Pero no son más que momentos, y los momentos, como usted bien sabe, pasan rápido y se diluyen en el río del tiempo. Necesitamos algo más que un momento o un acontecimiento. Necesitamos un proceso, un viaje, una historia épica de muchas experiencias entretejidas, complementándose unas con las otras hacia una progresión. Necesitamos iniciación.Y necesitamos un Guía.