Lo que yo busco, y lo busco desde hace tiempo, es eso que hay de quebradizo en la textura desigual del tiempo, sus fracturas y segmentaciones. Y estas solo se les revelan a los amantes de los detalles que poseen la paciencia necesaria para desdeñar los grandes saltos hacia delante y saben observar esas alteraciones sutiles (a veces, nada más que un poco de polvo desplazado) a través de las que avanza la historia, no a grandes sacudidas, sino por la lenta erosión del viejo orden.