También ocurrió que muchos decidieron cambiarle el nombre a la histórica plaza donde se conmemoran y celebran los grandes hitos del país, desde los títulos del torneo de fútbol hasta las protestas: la plaza Baquedano, que, en rigor, es conocida como plaza Italia, lugar de división simbólica de la ciudad de Santiago, entre las zonas con más dinero y las con menos (como todo corte antropológico no es muy fino, pero tiene visos de realidad). A esa plaza se le modificó, durante las protestas, el nombre. Y pasó a llamarse “plaza de la Dignidad” para los manifestantes. Es relevante el cambio, porque, si antes era el símbolo de la división de clases, de pronto es convertido en el símbolo de la dignidad (que se entiende que no depende del ingreso del hogar).