—¿Y por qué se rodea de gente que no sabe nada del grial? ¿No sería mejor rodearse de expertos? ¿De medievalistas?
Al oírme decir aquello, Paula recuperó a medias su sonrisa.
—Porque a los nuevos alumnos, brillantes en otras disciplinas, los ve siempre como al Parcival del cuento. Jóvenes de mente limpia y corazón puro. Sin prejuicios ni intereses creados. Capaces de preguntar por lo absurdo, por el castillo que nadie ve, y de encontrar la manera de hacerlo aparecer ante las mentes dormidas.