«San José no está.» Esta fue la reflexión del sacerdote anglicano ante el cuadro La Virgen con el Niño, de Leonardo, expresión quizá de aspiraciones insatisfechas que encontraron en Deborah St. James, con su maternidad frustrada, una oyente receptiva. Algún tiempo más tarde, el sacerdote muere –envenenamiento accidental, según la investigación— en su vicaría de Lancashire, poco antes de la llegada de Deborah y su marido Simon. Varios son los enigmas que rodean el caso: ¿quién es la mujer sin pasado en cuya casa tomó el vicario su postrera cena? ¿Qué pasiones, agravios y lealtades, en el cerrado ambiente rural, podrían abocar al supuesto accidente? El padre ausente es una turbadora intriga, un incisivo análisis de la relación entre padres e hijos y un sombrío cuadro del universo rural. Una novela tan absorbente como inquietante, que confirma a su autora como una de las grandes maestras del género policíaco.