MADRE: ¿Y?
HIJA: Que después Jesús se va y la noticia de que resucitó a Lázaro empieza circular a granel. Pero todos, fascinados con el milagro, se olvidan del pobre Lázaro. ¿Entendés? El pobre Lázaro se queda abandonado a su suerte, resucitado, una vez que ya le había probado el gusto a la muerte. Eso es imposible. Hacer algo imposible es doloroso. Provoca dolor. Lázaro finalmente no se puede habituar a estar resucitado y se suicida.
MADRE: ¿Qué anotás?
HIJA: Cosas que se me ocurren.
MADRE: ¿Como qué?
HIJA: Lo imposible es traumático, prefiero lo inesperado