¿Entregaría el príncipe el corazón a su Cenicienta?
Maxwell Carter estaba acostumbrado a diseñar autopistas y amplias avenidas, no a saludar desde una limusina mientras circulaba por una de ellas. Por lo tanto, cuando descubrió que él era, por nacimiento, uno de los príncipes de Chantaine, no se quedó muy impresionado. Tampoco le interesaba conocer a su regia familia. Sin embargo, Sophie Taylor, su asistente personal, insistió en que les diera una oportunidad a sus principescos familiares.
En cuanto se vio en aquel paraíso y en manos de las casamenteras hermanastras de Maxwell, la seria y formal Sophie se transformó en una Sophie muy sensual. No pasó mucho tiempo antes de que una relación estrictamente profesional se hiciera más personal…