Él nos amaba

En el verde intenso de la selva hay música y poesía. La selva canta en la voz delicada del arroyo y en el trino de avecillas coloridas; gime en el viento y en el lamento de la cigarra; llora en la lluvia y en el musgo que cubre el árbol envejecido que yace en el suelo.

Los accidentes están a la vuelta de cada esquina, y son accidentes justamente porque no los prevés.

Los accidentes están a la vuelta de cada esquina, y son accidentes justamente porque no los prevés. Suceden repentinamente y te sorprenden

Stahl no solamente fue un hombre valiente sino, más que todo, fue un hombre de fe: fe en Dios y en su obra.

El heroísmo de Stahl no se nutrió del aplauso ni del interés; fue un heroísmo solitario, abnegado, desinteresado. Fue la aventura de un hombre que confiaba en Dios y sabía que tenía una misión para ser cumplida.

Un amigo de los campas
Eso es lo que es Alejandro Bullón para los campas, un amigo. Un amigo al que le revelaron sus secretos, que supo ganarse la confianza del campa con su simpatía.

Mientras que la sociedad imperante miraba al campa como un animal o, simplemente, como un salvaje o indígena ignorante, un hombre llamado Fernando Stahl lo veía como una persona, como un hijo de Dios que necesitaba ayuda urgente e inmediata; lo veía como la razón de la muerte de nuestro Señor Jesucristo y de la salvación.

Y la obra de Stahl continúa, porque es la obra de Dios. Aun muerto, “sus obras siguen”.

La carretera marginal la ha vitalizado. Los pequeños agricultores nativos y los colonos han empezado a sacar sus productos al mercado, y esto les da prosperidad económica a la región y a su gente

Como resultado, hoy tenemos en Marankiari una gran iglesia de hermanos nativos, con un hermoso templo que es todo un monumento en la zona. Tenemos 16 grupos y varias escuelas.

La región del Perené se ha ido integrando cada vez más a nuestra cultura, y hoy podemos decir que forma parte integral del Perú actual.