aude LéviStrauss ha sugerido que perfeccionemos una disciplina nueva llamada “Entropología”», escribió en un ensayo de 1971, y toda su obra, atenta al desorden creciente de los sistemas, la desintegración y «desdiferenciación» de la naturaleza, es la obra de un «entropólogo» consumado, que allí mismo, en el paisaje elegido para emplazar la escollera, tiznado por viejos muelles, bombas oxidadas, filtraciones petrolíferas y un cobertizo en ruinas, vio «la evidencia de una sucesión de sistemas hechos por el hombre enfangados en esperanzas abandonadas».24