La palabra “cambio” es la que aparece con más frecuencia cada vez que alguien relata su conversión espiritual. Si queremos explicar en qué consiste comenzar a caminar en el sendero de la fe en Jesucristo, no podemos evitar ese término: «Consiste en un cambio del corazón”. Se trata de una operación sobrenatural de Dios que transforma la totalidad de nuestro ser. Es un cambio que sobreviene luego de recibir, también de parte de nuestro Señor, una dosis de fe. Y es tan potente ese cambio, esa metamorfosis, que genera un propósito al que rápidamente colocamos en el primer lugar de nuestra tabla de valores. Este hecho nos da una clara idea de la poderosa influencia que impacta en nuestra vida. Usando los extremos que nos ofrece la historia del cristianismo, podemos decir que por el cambio que produjo la fe en sus corazones, los creyentes de la Iglesia Primitiva prefirieron morir entre las fauces de los leones antes de negar su fe. Podemos decir que, por ese cambio, por esa inmensa convicción espiritual, muchos mártires entregaron valientemente sus vidas y fueron encerrados, torturados, aserrados, decapitados… Podemos decir que miles de misioneros, por ese cambio, no dudaron en dejar sus familias, sus terruños, sus afectos y todos sus bienes, para marchar lejos, muchas veces en contextos de altísimo riesgo, para que otros cambien conociendo al Señor de Señores. Y podríamos seguir con una lista interminable. Por este motivo, por la importancia suprema que esta palabra cobra en medio de la fe cristiana, hemos titulado a este libro con ese término tan determinante. Cada uno de los participantes de esta antología, demostrará, una vez más, que… «lo más importante que me pasó en la vida fue tener un encuentro personal con el Señor Jesucristo…"