la ingestión de THC puede modificar la funcionalidad del sistema endocannabinoide, lo que conduciría a la aparición de los diversos tipos de alteraciones fisiológicas, que se manifiestan en alguno de los consumidores. Pueden aparecer alteraciones en la percepción del entorno, el estado de ánimo, la conciencia y la memoria. También puede aumentar el apetito y disminuir el movimiento y la coordinación motora, así como la sensación de dolor.
Pero en algunos casos produce una intoxicación aguda (alucinaciones, ideas delirantes, confusión, amnesia, ansiedad, agitación).