Negación, ira, arrepentimiento, depresión, aceptación.
Cuando se enfrenta a la muerte un periodo de duelo es de esperar. Pero, ¿qué si no es una persona sino una relación lo que muere? Grace y su novio Jon han estado juntos por tres años. Viven juntos y han compartido muchos recuerdos hermosos. Esos recuerdos son los que obligan a Grace a admitir que Jon ha cambiado y ya no es el hombre del que se enamoró.
Asustada de estar sola y aferrándose a algo que ya no existe Grace es una sombra de su antiguo ser. Su objetivo diario es ocultar su dolor al mundo. Entonces, una carta inesperada desencadena un torbellino de posibles cambios de vida.
En la vida a veces lo más difícil de hacer es dejar ir algo.