Niko y Joel son dos chicos poco comunes. Un acontecimiento dará un giro copernicano a sus vidas, alejándolas aún más de su condición adolescente y sumergiéndolas en hechos aparentemente incomprensibles. Esta es una novela que conjuga el género negro con la reflexión filosófica, cuyo interés prioritario es indagar sobre el Mal que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás. El Mal va mostrándose mediante aspectos diversos que contribuyen a la indagación de su génesis, y que revelarán hasta qué punto depende de nuestra voluntad y nuestro querer el cargar con un bagaje tan pernicioso.
“Recuerdo una obra de Stefan Zweig titulada “Novela de ajedrez” cuyo manuscrito envió a sus editores el día antes de quitarse la vida junto a su segunda esposa, por entender que Europa «era un cadáver que se había suicidado”, según palabras de Joseph Roth. Evidentemente el contexto histórico es otro. Me refiero a lo que me rodea en comparación con lo que atormentaba a Zweig. Pero lo que ha generado esa asociación de mi situación y del contenido de la novela mencionada es la absurda reclusión. Aunque no me sorprende que lo último que escribiera fuese esta narración; que tras ella optara por la autolisis, ya que la agonía, el sufrimiento insoportable y el sinsentido que padece el protagonista pudieran ser acaso un reflejo de la perturbación interna que vivía el mismo autor.”