Los pasados próximos fueron atravesados por procesos de represión y violencia estatales sobre las sociedades; constituyen un espacio referencial para distintas generaciones y testigos. Dicho espacio está dotado por sucesos traumáticos que evidencian el terror socialmente filtrado, con su herencia de dolor y de crímenes cometidos. Si bien las experiencias nacionales muestran mucha distancia entre sí, también ilustran la diversidad de prácticas violentas y conflictos. El legado común es un cúmulo de violaciones de derechos humanos que repercuten en las vivencias sociales.
Desde mediados de 1980 comenzaron en algunos países distintos tipos de transiciones a la democracia. El respeto a los derechos de las personas en su relación con los poderes públicos empezó a verse como un tema imperioso, en particular ante la demanda recurrente de verdad y justicia. Su desenvolvimiento ha estado marcado por marchas y contramarchas en cuanto a cómo encarar el estado de impunidad heredado.
Sobre ese pasado que está presente intervienen e interactúan los equipos de antropología forenses (EAF). Lo hacen con una perspectiva social humanística comprehensiva, comprometida, al mismo tiempo con una forma científica, metodológica e instrumentalmente. El resultado exitoso de su trabajo constituye una fuente por excelencia del relato histórico, a la vez que tiene un valor reparador para las víctimas y otro jurídico, para el cumplimiento del derecho a la verdad.
Quien se acerca y navega en este libro encuentra la evolución de dichos equipos, sus características principales, hitos y desafíos en las experiencias de Argentina, Chile, Guatemala, México y Uruguay. Su contenido, enfocado a estos actores emblemáticos del entramado de la historia reciente, estuvo a cargo de Ana Buriano, Silvia Dutrénit, Claudia Rangel, Evangelina Sánchez, Octavio Nadal, Ricardo Sáenz, César Tcach e Isabel Torres, quienes integran un grupo interdisciplinario de académicos latinoamericanos.