–Veréis, cuando veo una película en televisión, no dejo de sentirme un poco tonto, porque en el instante en que dan los anuncios, sé que medio millón de personas vamos a hacer pis, y otro medio se levanta para llamar por teléfono, hacerse un bocadillo o lo que sea. Y eso de hacer pis cuando lo «ordena» la tele... aunque tenga ganas, me hace sentir como un tonto. En cambio, leer un libro es puro individualismo, un acto de amor total, porque estás tú solo con el libro. Es muy difícil que alguien lea el mismo libro en el mismo momento, aunque no imposible; pero sí es casi imposible que lea la misma página, y ya es absolutamente imposible que aunque lo haga, sienta lo mismo. Esa es la clave. Si no sentimos nada, estamos muertos.