'Me llamo Victoria, hoy cumplo dieciséis años y hoy voy a suicidarme.
La idea del suicidio me ronda por la cabeza desde hace seis años. La determinación de poner fin a mi vida se ha mantenido constante a lo largo de estos años, sin embargo, la forma de llevarlo a cabo ha ido cambiando conmigo.
A los diez años mis pensamientos suicidas se basaban en un sólo modus operandi, la defenestración. Pensaba en lo fácil que sería subirme a una silla, abrir la ventana y dejarme caer al vacío. Me encantaba imaginarme flotando libre, en unos segundos que se harían eternos mientras la fricción del viento en mi ropa y mi rostro me envolvería para de repente sumergirme en el silencio y la oscuridad más absolutos.'
Victoria es una joven que tras sufrir una infancia plagada de abusos decide suicidarse, sin embargo, una vez muerta descubrirá que el horror va mucho más allá de lo que ella imaginaba…
Si piensas que el suicidio es la última opción que escogen algunas personas para escapar de sus problemas…debes leer este relato. Es un relato corto que se lee en apenas dos horas, de ritmo rápido e intenso y con un final sorprendente.