Cortés promete cualquier cosa: “Estábamos en disposición de ganar para vuestra majestad los mayores reinos y señoríos que había en el mundo” […] Si la modernidad es claramente el salto a lo monstruoso que describe Peter Sloterdijk y la capacidad de asumir toda la responsabilidad por los crímenes cometidos o por cometer, Cortés es el portador de esa modernidad.