El 2 de noviembre de 1867, un barco con 544 emigrantes zarpa de Hamburgo rumbo a Nueva York. Cuando, dos meses después, llega al ansiado destino, 108 pasajeros han muerto. Entre los supervivientes se encuentra la supuesta hija del cocinero fallecido a bordo, una niña que dice llamarse Mary Mallon.
Por desgracia, en la ciudad el aire está tan contaminado como la dignidad, el honor y la decencia. Mary, ya sea como amante o como cocinera, se convertirá en una especie de ángel vengador contra la mezquindad de un mundo que no es muy distinto del nuestro. Su única arma de defensa es, al mismo tiempo, su condena.
Esta balada está inspirada en la historia real de la primera portadora asintomática del bacilo del tifus y resulta, en pleno siglo XXI, terriblemente profética.