que tiene el farmacéutico, alguna de las personas que participa en el taller. Por ejemplo. Quizá hasta escríbanlo. Y vuelvan a realizar la misma operación. Un nuevo acercamiento, no muy extremo ni muy tímido, a alguna parte del detalle. El brillo dentro de la pupila del ojo del pez, la imposibilidad de saber si lo que vende es paliativo o ponzoña al centro de la preocupación del farmacéutico, la voz de alguna de las personas que participan en el taller. Por ejemplo. Quizá hasta escríbanlo. Y así, hasta que lleguen a un sitio de particularidad intolerable, casi imposible de manejar. Ahora, escriban desde ahí. Sobre y desde ese ahí. Hasta llegar de vuelta a la superficie