En otros tiempos era lícito acusar, a quienes historiaban el pasado, de consignar únicamente las gestas de los reyes. Hoy día ya no lo es, pues cada vez se investiga más sobre lo que ellos callaron, expugnaron o simplemente ignoraron. El queso y los gusanos narra la historia del molinero friulano Domenico Scandella, conocido como Menocchio, que murió en la hoguera por orden del Santo Oficio a finales del siglo XVI. Mediante los expedientes del proceso inquisitorial y de otros documentos que dan cuenta de su vida, Ginzburg reconstruye un fragmento de la llamada cultura popular o cultura de las clases subalternas, condenada al ostracismo por quienes sostienen que la reintegración de las clases subalternas en la historia sólo es posible a través de la demografía y la sociología.