El ensayo de «Das Geheimniß des Kosmopoliten-Ordens» (El misterio de la orden de los cosmopolitas) se publica en 1788 en el Teutscher Merkur, en Alemania. El cosmopolitismo fue una de las bases ideológicas de la Ilustración. Los cosmopolitas, en secreto, aunque vistos por todos, trabajaban en busca de la perfección y la grandeza a través de la estricta práctica de la moral y de la armonía, aun de sus actos más simples, y consideraban a todos los pueblos como ramas de una sola familia y al universo como un Estado que debía conseguir esa perfección conforme a las leyes de la naturaleza y al compromiso y la superación de cada uno de sus miembros mediante el máximo desarrollo de sus capacidades individuales. Sólo quien lucha por lograr esa perfección puede llamarse ciudadano del mundo; es decir, un cosmopolita, y es la razón la que dicta las normas que debe seguir